- El president de la Generalitat y secretario general del PSPV-PSOE ha participado en el acto homenaje organizado por los socialistas donde ha señalado que “su legado y su vigencia son extraordinarios, fue una persona decisiva en cuestiones que hoy están encima de la mesa como la sanidad”
- Puig también se ha referido al dumping fiscal para asegurar que “es momento de superarlo para conseguir igualdad entre los españoles, no es un debate de identidad o confrontación, sino de equidad”
València, 28 de noviembre de 2020.– El president de la Generalitat y secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha asegurado hoy que Ernest Lluch representaba “la defensa del diálogo, la palabra y la razón frente la barbarie” y ha destacado que “su vigencia y su legado son extraordinarios porque fue una persona decisiva en muchas cuestiones que están hoy encima de la mesa como la sanidad”. Así, ha recordado que impulsó la ley de universalización de la sanidad, la gratuidad y el acceso a todas las personas y ha insistido en que ahora “cuando vemos cómo se plantean los populismos sabemos mejor que nunca que la ciencia es el faro que puede hacer avanzar a la sociedad”. A su juicio, “es necesario llegar a la frontera de mayor libertad, igualdad y fraternidad”.
Puig ha hecho estas declaraciones antes del inicio del acto homenaje a Ernest Lluch que han organizado los socialistas en La Nau de la Universitat de València y que se ha iniciado con la intervención del conseller de Hacienda y miembro del Consell Institucional del PSPV-PSOE, Vicent Soler. El acto ha contado con una mesa redonda bajo el título “La salud té un cost, però no té un preu” que ha sido moderada por la consellera de Sanitat, Ana Barceló, y en la que han participado la directora médica asistencial del Hospital General de València, Concha Cerdà; la directora médica del departamento de salud de València del Hospital Arnau de Vilanova, Empar Mayordomo y el cardiólogo en el Centro Sanitario Integrado de Juan Llorens de València, Víctor Girbés.
Durante el acto también se han proyectado vídeos de los ministros José Luis Ábalos y Salvador Illa, así como un vídeo de la hija de Ernest Lluch, Rosa Lluch, que ha destacado que desde otros territorios ven “con cierta envidia y satisfacción” el trabajo que están realizando los socialistas valencianos en todas las responsabilidades de gobierno y ha dado las gracias “por enseñar el socialismo en la práctica y por el recuerdo continuado a la figura de Ernest Lluch”.
Para Puig, LLuch era un “apasionado por avanzar y actualizarse, era una persona crítica que le gustaba evaluar para avanzar” y ha añadido que “se ha demostrado que ahora no hay alternativa al sistema público de salud, la eficacia económica es fundamental para garantizar el Estado del Bienestar, la creación de riqueza y la redistribución adecuada”. “De esta crisis tenemos que salir con una reactivación económica que no fracture la sociedad, donde no haya perdedores”, ha señalado. En este sentido, el dirigente socialista ha insistido que esta pandemia ha puesto de manifiesto que “la sanidad pública universal es fundamental, que el neoliberalismo ha sido derrotado y que la ciencia es imprescindible para avanzar”.
Dumping fiscal
Por otra parte, Puig, en sus declaraciones ante los medios de comunicación, ha asegurado que es necesario “superar el dumping fiscal” porque, según ha recordado, “hace tiempo que reivindicamos que los españoles tenemos que ser iguales en aspectos fiscales y esto no es una cuestión de identidad, ni de confrontación sino de igualdad y equidad” y ha insistido en que “no es posible que el efecto capitalidad haga que Madrid sea una aspiradora de talento y de recursos, con esa posición de ventaja no se puede solucionar el problema de equidad”.
Además, preguntado por la Ley Celaá, el líder socialista ha defendido que esta norma “avanza en la igualdad de oportunidades de los niños y niñas, aumenta la formación profesional, la capacidad de integración del alumnado con dificultades y da apoyo a la educación pública pero manteniendo la concertada”. Por ello, ha criticado el debate “maniqueo y de confrontación” porque la educación es “la palanca de progreso de una sociedad y no se puede aprovechar ese espacio para hacer un debate de confrontación pura y dura que no ayuda a la educación”.